La escultura Peine del Viento es la más icónica y conocida de San Sebastián.
En este artículo vamos a conocer curiosidades y detalles sobre la historia detrás del Peine de los Vientos de Eduardo Chillida.
Decía Chillida
«El mar tiene que entrar en San Sebastián ya peinado» [1].
Contenidos
Cómo Llegar
Por su ubicación sólo se puede llegar a pie.
No tiene pérdida: Bordeando la bahía de la Concha, mirando al mar hacia la izquierda hasta el final final.
Desde el centro (plaza del Ayuntamiento) son 2.5km por el Paseo de la Concha, un camino agradable de casi 1 hora, si se va con calma parando y echando fotos.
Si vienes en coche, se tiene que dejar (o intentarlo) cerca del Club de Tenis o en la calle Satrustegi Hiribidea pagando la Zona Azul.
La Escultura
El Peine del Viento es un grupo escultórico que cuenta con 3 piezas, la más lejana colocada a 80 metros.
El propósito del autor era transformar y crear un espacio junto al mar Cantábrico, en un enclave especial y en permanente diálogo con la naturaleza.
Es una de las obras más conocidas del genio Eduardo Chillida, escultor donostiarra (1924 – 2002) y gran referente en la escultura abstracta vasca.
Un Lugar Mágico
Está al final de la bahía de la Concha y de la playa de Ondarreta, donde acaba la ciudad y empieza el Monte Igeleldo.
Es un lugar especial, mágico, tranquilo, rodeado de rocas naturales, Flysch a la espalda, el mar de frente y la bahía de la Concha a la derecha. Un sitio privilegiado para conectar con el mar y el viento, especialmente en los días de gran oleaje.
En total 3 esculturas están colocadas sobre las rocas, donde resisten los embistes del mar desde hace ya casi medio siglo. ¡¡Casi nada!!
Lo que más impresiona a los visitantes son los 7 tubos de aire colocados en el suelo, que emiten un peculiar sonido cuando el agua de mar que disparada en forma de géiser.
Un poco de Historia
La escultura se llama «Peine del Viento XV« porque es la escultura decimoquinta de la serie que forma parte. Un conjunto de prototipos y esculturas llamadas «Estudio Peine del Viento» con las que Chillida fue experimentando.
En total construyó al menos 24 versiones de Peine del Viento hasta el año de su muerte en 2002 y las fue numerando cronológicamente. Las que están actualmente instaladas corresponden a los números 14, 15 y 16.
El nombre original en euskera es Haizearen orrazia XV o Peine del Viento XV, aunque se le suele llamar coloquialmente «El Peine de los Vientos» en plural.
La difícil Construcción
El conjunto de esculturas, así como su entorno y construcción fue diseñada por Chillida principalmente, pero en colaboración con el arquitecto Luis Peña Ganchegui.
El Peine de los Vientos se instaló entre el 17 de Agosto y el 3 de septiembre de 1977, pero su diseño, y planificación comenzó mucho antes, en 1952.
Es curioso que a la inaguración sólo acudieran 9 personas.
José María Elosegui fue el ingeniero que dirigió el complicado proceso de construcción de lo que es hoy El Peine de los Vientos.
- Primero se construyó la plaza.
- Después se reforzaron y anclaron las rocas donde iban a ir las esculturas enganchadas realizándoles agujeros para introducir las esculturas de 10 toneladas.
- Al final una pasarela de madera sobre el mar para llevar las esculturas a su ubicación actual.
Para colocar las esculturas, se decartaron muchos métodos, como con barcazas, helicópteros o grúas. Finalmente se construyó una pasarela sobre el mar con unos raíles para soportar la marea, olas y peso de las piezas.
Si tienes más interés, puedes ver el documental de 28 min. sobre su construcción y todo lo que rodea a la icónica escultura.
Las Piezas
Las esculturas no están hechas de cualquier hierro…
…son de acero macizo y cada escultura pesa unas 10 toneladas. Se encargaron a la fundición guipuzcoana Patricio Etcheberría. Todo queda en casa.
El material es un acero «Cor-ten», con un porcentaje en Carbono <0.2% y otros elementos aleantes como Cu, Cr, Ni y P) cubierto de una capa protectora conocida como pátina que le da ese aspecto áspero con color terroso. Además la capa de pátina le protege contra la corrosión atmosférica, especialmente en necesaria por su localización.
[1]: Relato de Eduardo Chillida, ITURBI, J. J., «Chillida y el Peine del Viento», periódico Unidad diario de la tarde, 18 de febrero de 1976, p. 14.